jueves, 25 de marzo de 2010

Soneto de Garcilaso de la Vega


Hermosas ninfas, que, en el río metidas, contentas habitáis en las moradas de relucientes piedras fabricadas y en columnas de vidrio sostenidas;

agora estéis labrando embebecidas o tejiendo las telas delicadas, agora unas con otras apartadas contándoos los amores y las vidas:

dejad un rato la labor, alzando vuestras rubias cabezas a mirarme, y no os detendréis mucho según ando,

que o no podréis de lástima escucharme, o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.



El poema habla de las ninfas griegas.

Ainoa Gil 3º

1 comentario:

Ana Ovando dijo...

Gracias por traernos un recuerdo del mundo clásico antes de vacaciones.