Hermosas ninfas, que, en el río metidas, contentas habitáis en las moradas de relucientes piedras fabricadas y en columnas de vidrio sostenidas;
agora estéis labrando embebecidas o tejiendo las telas delicadas, agora unas con otras apartadas contándoos los amores y las vidas:
dejad un rato la labor, alzando vuestras rubias cabezas a mirarme, y no os detendréis mucho según ando,
que o no podréis de lástima escucharme, o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.
podréis allá despacio consolarme.
El poema habla de las ninfas griegas.
Ainoa Gil 3º
Ainoa Gil 3º
1 comentario:
Gracias por traernos un recuerdo del mundo clásico antes de vacaciones.
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