Alguien te pregunta
-lo estoy escuchando-:
¿Qué Navidad amas?
Aves grandes vuelan
con picos oscuros,
con alas nevadas.
Navidad querida
junto a la ribera
de mi mar de Málaga.
Niño, sol y conchas.
Y un girar de espumas
en la arena plácida.
La verdad vivía.
Nadie diga nunca:
la verdad se engaña.
La niñez sabía
con sabiduría
de cabeza blanca.
¡Oh, montañas puras
de corcho! y ¡oh, estrellas
de papel de plata!
La mano del niño
sapiente, un instante
del vidrio hacía agua.
Y mágicamente
descorría nubes
de algodón en rama.
Mano gigantesca
que en el "Nacimiento"
sin temblar tocaba,
transformaba, hacía,
construía; un día
fuerte derribaba.
El niño salía
después a la mar.
Desnudo, rodaba.
Vicente Aleixandre
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